¡Victoria! Después de unas jornadas agotadoras, hemos logrado una solución histórica: Magdalena y su familia no serán expulsados de su casa. El desahucio ha sido judicialmente paralizado y la SAREB les concede un alquiler social que será costeado por el Ayuntamiento de La Laguna.
Esto sienta un precedente muy poderoso, ya que entendemos que este es el protocolo que deberían seguir todas las administraciones públicas y todas las entidades con activos inmobiliarios.
Celebramos emocionadas este logro, pero nos mantenemos alerta y preparadas ante la interminable lista de personas que nos piden asesoría para no dormir en la calle.
Frente a la especulación y el negocio, luchamos por una vivienda digna gestionada por las propias Inquilinas.




En el archipiélago canario vivimos una situación de emergencia habitacional institucionalmente no declarada. Aunque los propios datos oficiales son cada día más alarmantes y la sociedad canaria clama por soluciones, los partidos políticos y las instituciones que éstos controlan insisten en ignorar la situación. Sus programas son a todas luces insuficientes, sus medidas parciales cuando no directamente cosméticas y sus prioridades son las que dictan los poderes económicos que imponen la fe en la omnipotencia del mercado y en la propiedad privada como un derecho absoluto.