La pasada Semana Santa (2017) algunas de las 19 familias que vivimos en los Barracones de Juan Grande (San Bartolomé de Tirajana, Gran Canaria), recibimos en mano una notificación extrajudicial del actual Conde de la Vega Grande y su hermano, ordenándonos abandonar los que han sido nuestros domicilios desde hace décadas, bajo la amenaza de emprender acciones legales contra nosotros. Todo esto cuando ya sus operarios, sin mostrar autorización judicial o administrativa alguna, habían irrumpido en los Barracones y semiderribado una de las viviendas sin ningún tipo de miramiento por la seguridad de las 63 personas (incluyendo ancianos, personas con enfermedades crónicas y 24 menores) que vivimos aquí.
Los vecinos de los Barracones vivimos en las mismas casas (hasta hace poco infraviviendas) que desde mediados del siglo pasado se edificaron en esta finca para albergar a los aparceros que trabajaban para el anterior conde. Muchos de nosotros somos familiares de estos trabajadores que vivían en régimen de semiesclavitud. Recibían el alojamiento sin que mediara contrato alguno de alquiler y eran los propios obreros los que tenían que habilitar las casas y garantizarse los suministros, previo pago al anterior conde. El mejoramiento de las viviendas sigue hoy corriendo a nuestro cargo, y hemos invertido nuestros magros ingresos en adecentar estas casas y hacerlas habitables.
La administración, por su parte, se inhibe del asunto y no nos ha comunicado ni su oposición al desahucio ni que pretenda garantizarnos ninguna alternativa habitacional en caso de que dicho desalojo forzoso se produzca.
Convencidos de que la razón nos ampara, queremos convocar a todos los medios de comunicación para que asistan a una rueda de prensa que tendrá lugar en los propios Barracones (San Bartolomé de Tirajana, Juan Grande bajo, trasera de la Finca Condal de la Vega Grande) el lunes 12 de junio a las 9:30 (a.m.). Les congregamos porque necesitamos denunciar públicamente este abuso y darlo a conocer al resto de la sociedad antes de que se produzca. Rogamos encarecidamente su asistencia.