La presión del Sindicato fuerza a la Sareb a la suspensión del juicio contra «La Ilusión»
En la mañana del 10 de junio el Sindicato de Inquilinas convocó a los medios para denunciar la situación de cuatro familias que ayer habían sido llamadas a declarar por un delito de usurpación en los juzgados de Telde. Las vecinas recibieron la citación judicial a pesar de que en diciembre la Sareb (entidad con un 45% de capital público, conocido como «banco malo»), el ayuntamiento de Telde y el Gobierno de Canarias les prometieran que estudiarían los casos por unidad familiar.
Las 41 personas que viven en «La Ilusión» (de las cuales 21 son menores) accedieron a las viviendas después de que el Sindicato de Inquilinas alcanzara un acuerdo con la promotora que construyó el edificio. En dicho acuerdo, la inmobiliaria (ya en quiebra e incapaz de concluir la construcción del inmueble) permitió que las familias habitasen el edificio con el fin de evitar los incesantes robos y destrozos. A cambio, las familias se comprometían a cuidar y reformar, dentro de sus posibilidades económicas, el edificio.
Esta socialización del abandonado inmueble llamó la atención de la Sareb, que hasta entonces no había mostrado interés alguno en el edificio. Después de un año habitando el inmueble, la Sareb denuncia a las vecinas e inicia los trámites para efectuar el desalojo por la vía civil. Entonces, el Sindicato denunció la situación en prensa e interpeló a Sareb, ayuntamiento y Gobierno de Canarias para lograr la cesión en uso de las familias. El 14 de diciembre se alcanzó un acuerdo con las tres instituciones que daba un respiro a «La Ilusión».
Sin embargo, a pesar del acuerdo, cuatro familias de «La Ilusión» recibieron una notificación judicial en la que se les llamaba a declarar por un delito de usurpación. Ante esto, el Sindicato inició una guerra de tinta con el fin de arrancar compromisos de la Sareb, ayuntamiento y gobierno autonómico para evitar un efecto cascada que dejase a 20 adultos y 21 menores en la calle. El impulso de la rabia generada por el desahucio y posterior realojo de las hermanas Nereida y Noelia reunió a varias afiliadas en el salón de Nieves, una de las afectadas, donde se celebró la rueda de prensa.
La imagen es poderosa y resume perfectamente lo que que es el Sindicato: mujeres y niños en pie de guerra para pelear por la vivienda digna que la Administración se empeña en negarles. El mismo lunes la Sareb publicaba en Twitter que el juicio se aplazaría un mes. Por su parte, el Gobierno de Canarias declaró que en 2 semanas publicaría los informes de Servicios Sociales que han preparado para el caso de cada familia. La guerra no está ganada, es sólo una batalla. Sin embargo, el Sindicato de Inquilinas, un puñado de mujeres y niños, han logrado torcer el brazo de la Sareb y la administración en menos de un día. La imagen es realmente poderosa.